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miércoles, 21 de mayo de 2014

Que comer y que evitar para reducir dolencias en articulaciones

Alimentos para las articulaciones

Existen alimentos y nutrientes con acción anti-inflamatoria y antioxidante que ayudan a prevenir algunas dolencias articulares y a mejorar sus síntomas


Los trastornos articulares de distinta índole son un mal que aqueja a gran parte de la población. La artrosis, uno de los más comunes y limitantes, se estima que ocupa el 10% de las visitas al médico de atención primaria. 
La osteoartritis, la forma más común de artrosis, afecta cada día a más jóvenes como consecuencia de lesiones deportivas graves o de la obesidad. 
El común denominador de muchas de las dolencias osteo-articulares responde a procesos degenerativos, inflamatorios (como la artritis reumatoide) y crónicos que se producen al verse afectados el cartílago, los tendones o el hueso subcondral. 
La nutrición es clave en la prevención de algunos de estos trastornos y en la mejora de sus síntomas si se priorizan los alimentos y los nutrientes con acción antiinflamatoria y antioxidante. 

La siguiente colaboración ofrece consejos sobre qué comer y qué evitar o reducir cuando sufrimos de las articulaciones, y explica cuáles son los nutrientes indispensables para los huesos.

Alimentos amigos de los huesos

Dentro de la amplia gama de alimentos, hay algunos cuya presencia habitual en la dieta garantiza una saludable nutrición ósea y muscular. 

De ellos se destaca su contenido en magnesio, elemento que aparece reflejado en las “Tablas de composición de alimentos”, a diferencia de silicio y azufre. 

Son los que siguen:

Frutos secos y semillas: pipas, sésamo, piñones y almendras son, en este orden, los que más magnesio concentran (entre 250 y 390 mg/100 g).

Legumbres: la soja (278 mg/100 g) duplica el contenido en magnesio de alubias y garbanzos, y triplica el de las lentejas.

Cereales integrales: el trigo en sus distintas presentaciones (trigo hinchado, salvado y germen), arroz integral, avena en copos y mijo son una fuente indiscutible de magnesio (entre 250 y 380 mg/100g). 
También la quinua que, si bien no es un cereal desde el punto de vista botánico, se asemeja a ellos en su composición nutricional).
Verduras de hoja verde: la acelga, la espinaca y el brécol concentran más cantidad de magnesio (entre 30 y 80 mg/100 g) que el resto (menos de 30 mg/100 g).

Frutas desecadas: en las ciruelas pasas se han aislado altas cantidades de polifenoles que ayudan a restaurar la masa ósea, la estructura del hueso y aumentan los índices de formación de tejido óseo, tanto en condiciones normales como de inflamación. 
Por su perfil nutricional, interesa alternar éstas con higos y dátiles.

Proteína animal: con preferencia por pescados, aves y carnes magras, en su justa medida, por su riqueza en azufre.

Hortalizas y verduras aromáticas: cebolla, ajos, puerros y verduras de la familia de las coles contienen aceites esenciales sulfurados muy volátiles.

Alimentos a moderar ante dolencias articulares
Hay alimentos que favorecen la inflamación, lo que empeora el molesto dolor articular
Hay alimentos que tienen componentes que favorecen la inflamación, lo que empeora el molesto dolor en personas aquejadas de trastornos articulares. 
Entre los principales se incluyen las verduras de la familia de las solanáceas, como el tomate, la berenjena, la patata y el pimiento. También pertenece a esta familia botánica la planta del tabaco, de ahí que fumar que es evidente que es nocivo para la salud, los sea de forma particular para quienes sufren dolencias articulares. 
Esto motiva que no sea aconsejable el consumo frecuente y en abundancia de dichos alimentos en personas con artritis.

Comprobar el grado de sensibilidad hacia estas hortalizas es sencillo. Basta con evitar su consumo durante varios meses, una temporada. 
Como contrapartida, conviene aumentar la ingesta de vegetales, que incluye legumbres, cereales integrales, frutas (no ácidas) y hortalizas (excepto las solanáceas) que proporcionan sales orgánicas de potasio, de magnesio y bicarbonatos, todos ellos con efecto amortiguador y protector.
Los nutrientes indispensables para las articulaciones

De entre todos los nutrientes que existen, hay algunos que sirven de manera específica a la nutrición ósea, la metabolización, la regeneración de los huesos y su mantenimiento saludable, así como al eje osteo-articular. 

Ellos son las proteínas, ciertas vitaminas (D y C) y minerales como el azufre, el magnesio o el silicio, además del calcio y el fósforo. Los minerales, de hecho, tienen un papel muy relevante, cada uno con una función específica en el metabolismo óseo y articular, lo cual refleja su importancia.
El magnesio es un elemento fundamental de la estructura ósea y de las membranas celulares., por eso es que más de la mitad del magnesio del organismo se almacena en el hueso. 
El valor sérico de magnesio se asocia de forma directa con la proliferación de las células osteoblásticas, o sea que son las que sirven a la regeneración ósea. 
Por lo cual debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia conduce a hipocalcemia e inhibe la síntesis de vitamina D activa, necesaria para la correcta mineralización de huesos y dientes.
El azufre en el organismo, en mayor medida, está en forma de condroitín sulfato y de sulfato de glucosamina, sustancias que forman parte del colágeno. 
El colágeno es materia prima de tendones, cartílagos y ligamentos, elementos que participan en el funcionamiento de las articulaciones.
El silicio, a nivel articular, participa en la síntesis de elastina y de colágeno que permiten la elasticidad de la membrana sinovial y contribuyen a reducir los procesos inflamatorios. Este oligoelemento está implicado en el metabolismo óseo al optimizar la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimular la formación y mineralización ósea. 
La ingesta dietética de silicio se asocia de manera positiva con la densidad mineral de los huesos en hombres y mujeres pre menopáusicas, tal y como se ha comprobado en la cohorte del ensayo Framingham Offspring (estudio epidemiológico en más de 5000 jóvenes). 

Estos resultados contrastan con la opinión de la EFSA que concluye que el silicio no muestra efecto sobre la densidad mineral ósea. En este caso, el Grupo de Investigación de la EFSA ha basado su conclusión en un ensayo en mujeres posmenopáusicas, y no pre menopáusicas como sí se ha demostrado en estudios epidemiológicos de envergadura como el citado. 
En la naturaleza, el silicio está presente como óxido de silicio sobre todo en los alimentos de origen vegetal (en particular, los cereales integrales, ciertas aguas minerales y la cerveza).

Equilibrio calcio/fósforo. Ambos minerales son contrarios en sus funciones orgánicas, pero se complementan en la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes. 
Para ello deben estar en cantidades proporcionadas en el organismo, ya que la abundancia o la carencia de uno afecta a la capacidad de absorber el otro.

Articulaciones: complementos dietéticos seguros

El aumento de la prevalencia de las dolencias articulares, su cronicidad y la falta de terapias eficaces explica el creciente interés en el uso de suplementos dietéticos como agentes terapéuticos. La glucosamina y el sulfato de condroitina son dos de los complementos nutricionales más conocidos por el colectivo de personas con algún tipo de afectación osteo articular que curse con degeneración o dolor como la osteoartritis y la artritis reumatoide. 
Sendas sustancias son esenciales para mantener lubricadas las articulaciones y colaboran en la regeneración y reparación del cartílago dañado.

Un documento actualizado sobre la eficacia de estos compuestos en el tratamiento de la artrosis firmado por especialistas del Hospital Universitario de La Princesa y de la Universidad Autónoma de Madrid, avala su seguridad y eficacia de uso. La revisión refiere resultados de ensayos clínicos y meta análisis que coinciden en concluir que el condroitín sulfato es más eficaz que el placebo en reducir el dolor espontáneo, aumentar la capacidad funcional y disminuir la ingesta de medicación. 
Otros ensayos también demuestran que tras un tratamiento continuo durante meses o años, el condroitín sulfato reduce de manera significativa la pérdida de la anchura del espacio articular propia de la artrosis, disminuye la pérdida de cartílago y el deterioro del hueso subcondral.

En otros estudios se comprobó que, tras varios años de seguimiento con sulfato de glucosamina, se retrasó la progresión de la artrosis y se redujo un 57% la necesidad de artroplastia de rodilla. 

El uso médico de estos compuestos está avalado por sociedades científicas nacionales, como la Sociedad Española de Reumatología (SER) e internacionales, como la European League Againts Rheumatism (EULAR y la Osteoarthritis Research Society Internacional (OARSI).

La información contenida en esta pagina es solamente para fines informativos y educativos.
Este material se escribe con el expreso propósito de compartir información educativa e información científica obtenida de los estudios y experiencias del autor, y de profesionales de la medicina natural, científicos, nutricionistas y defensores informados de la salud.
De ningún modo la información contenida en esta pagina está destinada a diagnosticar, prevenir, tratar o curar ninguna enfermedad, ni tiene la intención de prescribir cualquiera de las técnicas, materiales o conceptos que se presentan como una forma de tratamiento para cualquier enfermedad o condición médica. 
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Para mayor información consulte a su especialista o médico de cabecera.

Muchas Gracias por su visita


ARTURO GONZÁLEZ VALENCIA
Licenciado en Medicina Natural
Titulo C 1953 12
Licenciado en Administración de Empresas
Cédula Profesional Nº 958846
Master E-commerce
Título 609596

martes, 6 de mayo de 2014

Síntomas y sus Terapias Naturales

LISTA DE SÍNTOMAS Y SUS TERAPIAS NATURALES PARA RECUPERAR LA NORMALIDAD FUNCIONAL

Precaución:
Es importante señalar que algunas plantas, semillas o vegetales ya sea por ingesta o por contacto pueden resultar tóxicos, por lo que se recomienda que antes de iniciar cualquier terapia, consulte con su terapeuta en salud natural o su naturopata de cabecera.

Almendras amargas, Begonia, Buche de pavo, Cala, Chiquita, Caña del mudo, Crisantemo, Crotón, Difembachia, Duraznillo negro, Filodendro, Lengua de suegra, Laurel, Cerezo, Laurel negro, Meloncitos del campo, Oreja de elefante, Ortiga, Potus, Ricino, Revienta caballos, Ruda, Semillas del paraíso, Saúco.


PARA EL SÍNTOMA DE LA ACIDEZ: Angélica, Eneldo, Espina colorada, Incayuyo, Tomillo, Centaura, Amargón, Genciana, Manzanilla, Aloe vera, Regaliz.

PARA EL ACNÉ: Acedera, Coronillo, Cardanomo.
AFTAS O PEQUEÑAS AMPOLLAS EN LA BOCA Y PALADAR: 
Araroba, Corre corre, Martinia, Nogal, Salvia, Sangre de dragón, Totora, Caña de azúcar.


PARA LA AMENORREA (ausencia de mestruación): Angélica, Artemisa, Bolsa del pastor, Calaguala, Contrayerba, Culandrillo, Gualeguay, Palo amarillo, Sanguinaria.

ANEMIA: Ajenjo, Artemisa, Genciana, Lúpulo, Mejorana, Milenrama, Nogal, Fumaria, Lengua de vaca, Ruibarbo, Romero.

PARA LA INFLAMACIÓN DE LAS ANGINAS: Abro, Oreja de gato, Bolsa del pastor, Escrofularia acuática, Espino blanco, Eucalipto, Fenogreco, Gatuña rastrera.

APOPLEJÍA: Cubeba, Espliego, Rama negra, Siete sangrías, Tabaco.

PARA LA ARENILLA EN LOS RIÑONES: Aro, Cola de caballo, Combreto, Enebro, Escaramujo, Espina colorada, Filipéndula, Guabiyú, Milhombres, Pichi, Uva ursi.

ARRUGAS: Coco, Limón, Aloe vera.

ARTERIOESCLEROSIS: Ajo, Caballera, Celidonia, Escaramujo, Espinillo, Fucus, Fumaria, Guacimillo, Guayaco, Guindo común, Hamamelis.

ARTRITIS: Apio cimarrón, Arenaria rubra, Cardosanto, Enebro, Espina colorada, Fresno, Fumaria, Gramilla, Grosellas, Jarilla.

ARTROSIS: Milhombres, Calaguala, Uva ursi, Arnica, Bardana, Ortiga, Palo azul, Cepa caballo, Cochayuyo.

ASMA: Ambay, Anacahuita, Asafétida, Belladona, Enebro, Estramonio, Eucalipto, Incayuyo, Pulmonaria, Valeriana.

PARA EL BOCIO: Cochayuyo, Cola de caballo, Duboisina, Guayabo, Lipocodio, Mangle gris, Fucus.

BORRACHERA: Ácaro, Café, Cepa caballo, Serpol, Tomillo, Vinal, Yemas de pino.

BRONCONEUMONÍA: Almendra, Lino salvaje, Mostaza negra, Yerba mate.

BRONQUITIS: Aguaribay, Betónica, Culandrillo, Eucaliptus, Flores de malva, Llantén, Mirra, Mostaza negra, Salvia, Uña de caballo.

PARA LOS CALAMBRES: Aristoloquia puntada, Cáñamo, Congorosa, Eufrasia, Manzanilla, Muña muña, Ruda, Tilo, Valeriana, Yerba mora.
CÁLCULOS BILIARES: Agracejo, Ajenjo, Arenaria, Azafrán, Betónica, Carqueja, Cimarrón, Cola de caballo, Filipéndula, Quasia amarga.

CALVICIE: Calafate, Eucaliptus, Henna, Jaborandí, Mastuerzo, Ortiga, Quina, Tabaco, Tola tola, Topasaire.

CALLOSIDAD: Azucena, Caléndula, Celedonia mayor, Hiedra, Siempreviva, Yerba de la golondrina, Aloe vera.

CANICIE: Calafate, Fumaria, Henna, Manzanilla romana, Nogal.

CASPA: Cauba, Fumaria morada, Ortiga, Tabaco, Tilausia, Aloe vera, Encorvada, Tola tola, Topasaire, Toronjil, Pipí.

CATARRO: Aguaribay, Ambay, Doradilla, Eucalipto, Hiedra terrestre, Hisopo, Salvia, Violeta.

CEFALEA: Ajenjo, Aloe, Consuelda, Gualeguay, Heliotropo, Mejorana, Menta, Salvia, Valeriana, Verbena.

CIÁTICA: Dulcamara, Cola de zorro, Jengibre, Menta, Milhombres, Palosanto, Tembetary.

CISTITIS: Arenaria rubra, Bardana, Bolsa del pastor, Cepacaballo, Tayuya, Tembladerillo, Yerba meona.

COLESTEROL: Fucus, Hamamelis, Muérdago, Sanguinaria.

CÓLICOS: Adormidera, Angélica, Malva, Muña muña, Marcela, Paico, Té de burro.

COLITIS: Capa blanca, Emajagua, Magnolia de hojas de lengua, Martinia, Simaruba.

CONJUNTIVITIS: Calafate, Celidonia, Colirio, Eufrasia, Ruda, Yerba carnicera, Vinal, Aloe vera.

CONVULSIONES: Asafétida, Betónica, Goma tragacanto, Menta de caballo, Valeriana.

DEPRESIÓN: Artemisa, Caléndula, Cedrón, Eneldo, Genciana, Melisa, Salvia.

DESMAYOS: Azahar, Café, Cedrón, Menta, Toronjil, Yerba lucera.

DIABETES: Alcaucil, Morena negra, Ortiga, Pezuña de vaca, Sarandí, Uva ursi, Zarzaparrilla, Aloe vera.

DIARREA: Arroz, Betónica, Consuelda, Granado, Llantén, Menta, Ñapindá, Tormentilla.

DISFONÍA: Adormidera, Anacahuita, Encina, Jaramago, Malva, Yerba de la piedra.

DISLOCACIÓN: Arnica, Fenogreco, Trébol.

DISMENORREA: Abrotano, Agracejo, Algodón, Caballera, Caña cimarrona, Cardo corredor.

DISPEPSIA: Amargón, Anís, Coriandro, Manzanilla, Incayuyo.

DIURÉTICAS: Alcaucil, Apio cimarrón, Arenaria rubra, Barba de choclo, Doradilla, Lapacho, Uva ursi, Yerba meona.

ECZEMAS: Bardana, Cardosanto, Fumaria, Lipocodio, Ñapindá, Quina quina, Virreina.

EMPACHO: Incayuyo, Nencia, Paico, Tramontana, Yerba del soldado, Yerba del pollo.

ESPASMOS: Asafétida, Belladona, Cidra, Congorosa, Melisa.

ESTREÑIMIENTO: Agar agar, Aloe vera, Boldo, Cáscara sagrada, Cirugía, Lino, Ruibarbo, Zaragatona.

ENVENENAMIENTO: Café, Pringa moza, Té, Yerba de la primavera.

FARINGITIS: Fenogreco, Malvavisco, Llantén.

FATIGA: Campanilla, Coca, Efedra, Enebro, Vira vira.

FLATULENCIA: Anís, Cilantro, Imperatoria, Mejorana, Ventosilla.

FLEMA: Ambay, Anacahuita, Culandrillo, Jaborandí, Pulmonaria, Regaliz.

FLEMÓN: Arándano, Bastardilla, Escabiosa, Martinia.

FIEBRE: Altamisa, Belladona, Betónica, Cardo santo, Consuelda, Felandrio, Quina, Aloe vera.

FÍSTULA: Corteza de ceibo, Hiedra terrestre, Nogal, Tormentilla.

FORÚNCULOS: Cardosanto, Fenogreco, Levadura de cerveza, Palán palán.

FLUJO: Aguapé, Belonia, Calaguala, Doradita, Lengua de vaca, Rosal, Yerba meona.

GARGANTA (inflamación): Bolsa del pastor, Consuelda, Eucalipto, Gatuña rastrera, Malva, Marrubio.

GENGIVITIS: Agrimonia, Abrojo, Adormidera, Mirra, Ratania, Salvia.

GOTA: Arnica, Badiana, Cardo corredor, Lipocodio, Nogal, Parietaria, Polpodio.

GRIPE: Ambay, Cáscara de chañar, Eucalipto, Filipéndula, Niñarupa, Yuyo del sudor.

HALITOSIS: Cilantro, Malva, Llantén, Manzanilla, Encina, Anís, Enebro, Acoro.

HEMORRAGIA: Rosa, Muérdago, Milenrama, Bolsa del pastor, Hamamelis, Mandiyú, Cáñamo de Indias.

HEMORROIDES: Aloe vera, Malva, Ceibo, Hamamelis, Palán palán, Siempreviva, Milenrama.

HEPATITIS: Carqueja, Barba de choclo, Boldo, Celidonia, Cepacaballo, Doradilla, Tembladerilla.

HERIDAS: Aloe vera, Hiedra terrestre, Fenogreco, Yerba mate, Artemisa, Marrubio, Milenrama.

HERPES: Bardana, Milhombres, Calaguala, Caroba, Centaurea mayor, Cola de caballo, Charrúa.

HIDROPESIA: Amargón, Ajenjo cimarrón, Sombra de toro, Betónica, Cardo corredor, Parietaria.

HIPERTENSIÓN: Muérdago, Olivo, Siete sangrías, Lapacho, Ortiga, Sanguinaria, Alcanfor.

HIPO: anís, Menta, Piperita, Valeriana, Eneldo.

HISTERISMO: Asafétida, Carqueja amarga, Cedrón, Valeriana, Violeta, Doradilla de la tierra.

ICTERICIA: Verbena, Carqueja, Espina colorada, Naranjo, Celidonia, Amargón, Ciento en rama.

INAPETENCIA: Peperina, Genciana, Yerba lucera, Paico, Eneldo, Canela, Quina.

INDIGESTIÓN: Incayuyo, Muña muña, Quenopodio, Manzanilla, Paico, Nencia.
Agrimonia, Fenogreco, Malva blanca, Congrosa.

INSOMNIO: Tilo, Valeriana, Menta, Manzanilla, Azahar, Cedrón, Melisa, Salvia.

LITIASIS: Doradilla, Mastuerzo, Yerba meona, Uva ursi, Celidonia, Carqueja, Parietaria, Pichi.

LUMBAGO: Gatuña, Salvia, Palosanto, Tramontana, Retama, Solidago, Olivo, Carqueja.

LLAGAS: Aloe vera, Adormidera, Llantén, Caroba, Bardana, Lapacho, Verónica, Cola de caballo.

MANCHAS DE LA PIEL: Coco, Azucena, Aloe vera, Porotos, Escrofularia acuática, Fumaria oficinal, Dulcamara.

MAREOS: Aloe vera, Vira vira, Tomillo, Mata pavo, Melisa, Genciana, Romero, Salvia.

MICOSIS: Levadura de cerveza, Aloe vera, Ajenjo.

MORDEDURAS: Cedrón, Anagalide, Ceibo, Tusia.

NAUSEAS: Manzanilla, Angélica, Menta, Espliego, Cedrón, Melisa, Toronjil.

NEFRITIS: Bardana, Enebro, Llantén, Pichi palo, Verónica, Romerillo.

NEURALGIA: Alcanfor, Artemisa, Belladona, Consuelda, Laurel, Quenopodio, Saúco.

NEURITIS: Arnica, Verbena, Ajenjo, Valeriana, Mostaza, Artemisa, Consuelda, Laurel común.

OBESIDAD: Fucus, Marrubio, Parietaria, Endrino, Clavo de especie, Cochayuyo, Siete sangrías.

ODONTALGIA: Clavo de especie, Arnica, Coca, Velesa, Corre corre.

ORZUELOS: Malva silvestre, Muérdago, Lino, Acederilla, Capuchina, Eufrasia.

OTALGIA: Espinillo, Malva, Azucena, Bolsa de pastor, Betónica, Acedera, Menta colorada.

OTITIS: Aloe vera, Llantén, Poleo, Menta, Mostaza negra, Hisopo.

PALPITACIONES: Ambay, Retama, Toronjil, Cedrón, Azahar, Hipericón.

PAPERA: Corona de rey, Toronjil, Marrubio, Aguinaldo amarillo, Martinia.

PARÁSITOS: Zapallo común, Helecho macho, Nogal, Ajenjo, Paico, Ruda, Verbena, Hinojo.

PASPADURAS: Almendra, Membrillo, Arroz, Azucena, Dulcamara, Celidonia mayor.

PICADURA DE INSECTOS: Aloe vera, Tabaco, Verbena, Hinojo, Contrayerba.

PIOJOS: Yerba piojera, Hinojo, Anís, Chirimoya.

PIORREA: Lapacho colorado, Benjuí, Mirra, Ratania, Acónito, Consuelda, Cedro macho.

PLEURESIA: Caisemón, Cardo santo, Lágrimas de Job, Betónica, Jengibre.

PROSTATITIS: Filipéndula, Brusca, Uva ursi, Arenaria rubra, Pichi, Barba de choclo.

PSORIASIS: Ñapindá, Quina quina, Fumaria, Manzanilla, Acanto, Capuchina, Escrofularia.

PULMONÍA: Mostaza negra, Yerba mate, Abutilón, Pulmonaria, Palo rosa, Verónica.

QUEMADURAS: Acanto, Aloe vera, Lirio, Palán palán, Llantén, Espinillo, Caléndula, Hipericón.

RAQUITISMO: Licopodio, Cochayuyo, Salvia, Retamilla, Berro, Rascamonia.

RESFRÍO: Eucalipto, Ambay, Pulsatilla, Gordolobo, Jaborandí, Anacahuita, Palo rosa.

REUMATISMO: Bardana, Milhombres, Calaguala, Lapacho colorado, Genciana, Dulcamara.

RONQUERA: Regaliz, Pulmonaria, Malva, Polipodio, Escrutelaria.

SABAÑONES: Quebracho, Mastuerzo, Nogal, Betónica, Lapacho colorado, Charrúa.

SARAMPIÓN: Gordolobo, Contrayerba, Saúco, Lino, Ambay, Vara de pastor.

SARNA: Romero, Tabaco, Fumaria, Quina quina, Ruda, Verbena.

SUPURACIÓN: Espinillo, Hiedra terrestre, Eufrasia, Yerba de la perdiz, Yemas de pino.

TABAQUISMO: Ambay, Acoro, Polipodia, Pie de gato.

TOS: Anacahuita, Eucaliptus, Ambay, Marrubio, Belladona, Anís, Tusilago.

TUBERCULOSIS: Artanita, Angélica, Betónica, Cáñamo, Centaurea mayor, Pulmonaria, Mastuerzo.

ÚLCERA: Aloe vera, Ajenjo, Brusca, Cardosanto, Cilantro, Fenogreco, Heliotropo, Regaliz.

URTICARIA: Bardana, Sanalotodo, Yerba larca, Efedra.

VAGINITIS: Calaguala, Marcela, Cubeba, Ceibo, Malva, Cadillo, Naranjo agrio.

VÁRICES: Hamamelis, Castaño de Indias, Apio cimarrón, Llantén, Tusilago, Marrubio negro, Yesgo.

VERRUGAS: Aloe vera, Higuera. 

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Estas afirmaciones no han sido evaluadas por ninguna autoridad de sanidad y de medicina alopata, ni por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA).
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ARTURO GONZÁLEZ VALENCIA
Licenciado en Medicina Natural
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Licenciado en Administración de Empresas
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lunes, 5 de mayo de 2014

La miel para combatir estados bacteriológicos y resistentes a los antibioticos

LA MIEL ES EFICAZ PARA COMBATIR LA FIRMEZA DE LAS BACTERIAS RESISTENTES A LOS ANTIBIÓTICOS

La miel podría ayudar a que las bacterias no se hagan resistentes a los antibióticos.

La miel es capaz de combatir infecciones a varios niveles, lo que hace más difícil que las bacterias desarrollen resistencia. 

La miel es eficaz porque está llena de polifenoles saludables o antioxidantes. 

A diferencia de los antibióticos convencionales, la miel no fomenta que las bacterias acumulen resistencia a los medicamentos. 
En alguna ocasión, la medicina ha utilizado con éxito la miel como un apósito tópico, pero podría jugar un papel más importante en la lucha contra las infecciones. 
Según anuncia un grupo de investigadores, la miel podría ser una solución para el grave problema creciente de la resistencia bacteriana a los antibióticos. La miel debilita la virulencia bacteriana, lo que hace a las bacterias más susceptibles a los antibióticos. "La propiedad única de la miel se encuentra en su capacidad para combatir infecciones a varios niveles, lo que hace más difícil que las bacterias desarrollen resistencia –subraya la líder del estudio, Susan M. Meschwitz–. 
Es decir, utiliza una combinación de armas, como el peróxido de hidrógeno, la acidez, su efecto osmótico, la alta concentración de azúcar y los polifenoles, que matan activamente las células bacterianas". 
El efecto osmótico, que es el resultado de la alta concentración de azúcar en la miel, extrae agua de las células bacterianas, deshidratándolas y matándolas. 

Además, varios estudios han demostrado que la miel inhibe la formación de biopelículas o comunidades de bacterias que causan enfermedades viscosas. "La miel también puede alterar la percepción de quórum, debilitando la virulencia bacteriana, lo que hace a las bacterias más susceptibles a los antibióticos convencionales", apunta Meschwitz.


La sensación de quórum es la forma en la que las bacterias se comunican unas con otras y puede estar implicada en la formación de biopelículas. 
En ciertas bacterias, este sistema de comunicación también controla la liberación de toxinas, lo que afecta a la patogenicidad de las bacterias o su capacidad para causar la enfermedad. 
La Miel combina peróxido de hidrógeno, acidez, efecto osmótico y mucho azúcar y polifenoles. 
Meschwitz, que trabaja en la Salve Regina University de Newport (Estados Unidos) es otra ventaja de la miel: a diferencia de los antibióticos convencionales, no se dirige a los procesos de crecimiento esenciales de las bacterias. 
El problema de ese tipo de focalización, que es la base de los antibióticos convencionales, es que fomenta que las bacterias acumulen resistencia a los medicamentos. 
La miel es eficaz porque está llena de polifenoles saludables o antioxidantes, entre los que están los ácidos fenólicos, el ácido cafeico, el ácido p-cumárico y el ácido elágico, según Meschwitz. 
Un gran número de estudios de laboratorio y clínicos han confirmado las propiedades antibacterianas de amplio espectro, antifúngicas y antivirales de la miel.

Beneficios de la miel en la pérdida de peso

Los beneficios de la miel se pueden ver en su programa de pérdida de peso. Si usted está tratando de perder peso, la miel puede ser de gran ayuda para usted. Pero antes de pasar a los beneficios de la miel en la pérdida de peso se debe atender a las preocupaciones que la gente tenga con respecto a la miel.

Mucha gente se pregunta: ¿No es la miel un tipo de azúcar? ¿No se añade ningún peso? las calorías en la miel la harán fracasar en  sus esfuerzos para perder peso?

Tienes razón - la miel contiene azúcar. Pero a diferencia del azúcar refinado, la miel contiene vitaminas y minerales también. Normalmente, para digerir el azúcar, las vitaminas y los minerales almacenados en el cuerpo se utilizan, haciendo que el cuerpo queden desprovistos de estos nutrientes. Estos nutrientes son esenciales para disolver las grasas y el colesterol. Así, cuando usted come demasiada azúcar  tiende a aumentar de peso no sólo por las calorías, sino debido a la falta de vitaminas y minerales. Por el contrario, la miel es una buena fuente de nutrientes que ayuda en la reducción de peso.

La miel y el agua caliente: Normalmente la grasa se mantiene como un recurso no utilizada en su mayor parte el cuerpo. Se cree que la miel moviliza esta grasa almacenada. Cuando esta grasa se quema para proporcionar energía para sus actividades diarias, se ve una disminución gradual en su peso y los niveles de obesidad. Se sugiere que usted tome  miel (alrededor de una cucharada al día), con igual cantidad de agua caliente .

La miel y el jugo de limón: La miel también puede ayudar en la pérdida de peso cuando se consume con agua tibia y el jugo de limón. Mucha gente bebe esta la fórmula en la mañana para reducir su peso.
La miel y la canela: Otra receta muy útil es la canela en polvo con miel y agua caliente. Tome una cucharada de canela, una cucharada de miel y una taza de agua tibia, mezclar los ingredientes bien y beber esta mezcla con el estómago vacío. No está claro cómo esta mezcla ayuda a perder peso, sin embargo, muchas personas afirman tener los beneficios derivados de su consumo regular.
La miel también mejora la digestión y por lo tanto ayuda en la pérdida de peso. Por lo tanto la miel también se consume después de la cena especialmente después de comer en exceso. 
Por último, muchas personas dejan de comer los alimentos para reducir su peso. Tenga cuidado con estas prácticas. Si usted no come suficientes alimentos (que incluyen las calorías, vitaminas, minerales, fibras), su sistema inmunológico se debilita. 
Su programa de pérdida de peso debe centrarse en la reducción de la ingesta de calorías y no detener el consumo de calorías. Además, también debe aumentar el gasto diario de calorías por ejercicio regular.

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ARTURO GONZÁLEZ VALENCIA
Licenciado en Medicina Natural
Titulo C 1953 12
Licenciado en Administración de Empresas
Cédula Profesional Nº 958846
Master E-commerce
Título 609596